2.7. Manuela Sáenz (capítulo completo)
- Page ID
- 128566
\( \newcommand{\vecs}[1]{\overset { \scriptstyle \rightharpoonup} {\mathbf{#1}} } \)
\( \newcommand{\vecd}[1]{\overset{-\!-\!\rightharpoonup}{\vphantom{a}\smash {#1}}} \)
\( \newcommand{\id}{\mathrm{id}}\) \( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\)
( \newcommand{\kernel}{\mathrm{null}\,}\) \( \newcommand{\range}{\mathrm{range}\,}\)
\( \newcommand{\RealPart}{\mathrm{Re}}\) \( \newcommand{\ImaginaryPart}{\mathrm{Im}}\)
\( \newcommand{\Argument}{\mathrm{Arg}}\) \( \newcommand{\norm}[1]{\| #1 \|}\)
\( \newcommand{\inner}[2]{\langle #1, #2 \rangle}\)
\( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\)
\( \newcommand{\id}{\mathrm{id}}\)
\( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\)
\( \newcommand{\kernel}{\mathrm{null}\,}\)
\( \newcommand{\range}{\mathrm{range}\,}\)
\( \newcommand{\RealPart}{\mathrm{Re}}\)
\( \newcommand{\ImaginaryPart}{\mathrm{Im}}\)
\( \newcommand{\Argument}{\mathrm{Arg}}\)
\( \newcommand{\norm}[1]{\| #1 \|}\)
\( \newcommand{\inner}[2]{\langle #1, #2 \rangle}\)
\( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\) \( \newcommand{\AA}{\unicode[.8,0]{x212B}}\)
\( \newcommand{\vectorA}[1]{\vec{#1}} % arrow\)
\( \newcommand{\vectorAt}[1]{\vec{\text{#1}}} % arrow\)
\( \newcommand{\vectorB}[1]{\overset { \scriptstyle \rightharpoonup} {\mathbf{#1}} } \)
\( \newcommand{\vectorC}[1]{\textbf{#1}} \)
\( \newcommand{\vectorD}[1]{\overrightarrow{#1}} \)
\( \newcommand{\vectorDt}[1]{\overrightarrow{\text{#1}}} \)
\( \newcommand{\vectE}[1]{\overset{-\!-\!\rightharpoonup}{\vphantom{a}\smash{\mathbf {#1}}}} \)
\( \newcommand{\vecs}[1]{\overset { \scriptstyle \rightharpoonup} {\mathbf{#1}} } \)
\( \newcommand{\vecd}[1]{\overset{-\!-\!\rightharpoonup}{\vphantom{a}\smash {#1}}} \)
\(\newcommand{\avec}{\mathbf a}\) \(\newcommand{\bvec}{\mathbf b}\) \(\newcommand{\cvec}{\mathbf c}\) \(\newcommand{\dvec}{\mathbf d}\) \(\newcommand{\dtil}{\widetilde{\mathbf d}}\) \(\newcommand{\evec}{\mathbf e}\) \(\newcommand{\fvec}{\mathbf f}\) \(\newcommand{\nvec}{\mathbf n}\) \(\newcommand{\pvec}{\mathbf p}\) \(\newcommand{\qvec}{\mathbf q}\) \(\newcommand{\svec}{\mathbf s}\) \(\newcommand{\tvec}{\mathbf t}\) \(\newcommand{\uvec}{\mathbf u}\) \(\newcommand{\vvec}{\mathbf v}\) \(\newcommand{\wvec}{\mathbf w}\) \(\newcommand{\xvec}{\mathbf x}\) \(\newcommand{\yvec}{\mathbf y}\) \(\newcommand{\zvec}{\mathbf z}\) \(\newcommand{\rvec}{\mathbf r}\) \(\newcommand{\mvec}{\mathbf m}\) \(\newcommand{\zerovec}{\mathbf 0}\) \(\newcommand{\onevec}{\mathbf 1}\) \(\newcommand{\real}{\mathbb R}\) \(\newcommand{\twovec}[2]{\left[\begin{array}{r}#1 \\ #2 \end{array}\right]}\) \(\newcommand{\ctwovec}[2]{\left[\begin{array}{c}#1 \\ #2 \end{array}\right]}\) \(\newcommand{\threevec}[3]{\left[\begin{array}{r}#1 \\ #2 \\ #3 \end{array}\right]}\) \(\newcommand{\cthreevec}[3]{\left[\begin{array}{c}#1 \\ #2 \\ #3 \end{array}\right]}\) \(\newcommand{\fourvec}[4]{\left[\begin{array}{r}#1 \\ #2 \\ #3 \\ #4 \end{array}\right]}\) \(\newcommand{\cfourvec}[4]{\left[\begin{array}{c}#1 \\ #2 \\ #3 \\ #4 \end{array}\right]}\) \(\newcommand{\fivevec}[5]{\left[\begin{array}{r}#1 \\ #2 \\ #3 \\ #4 \\ #5 \\ \end{array}\right]}\) \(\newcommand{\cfivevec}[5]{\left[\begin{array}{c}#1 \\ #2 \\ #3 \\ #4 \\ #5 \\ \end{array}\right]}\) \(\newcommand{\mattwo}[4]{\left[\begin{array}{rr}#1 \amp #2 \\ #3 \amp #4 \\ \end{array}\right]}\) \(\newcommand{\laspan}[1]{\text{Span}\{#1\}}\) \(\newcommand{\bcal}{\cal B}\) \(\newcommand{\ccal}{\cal C}\) \(\newcommand{\scal}{\cal S}\) \(\newcommand{\wcal}{\cal W}\) \(\newcommand{\ecal}{\cal E}\) \(\newcommand{\coords}[2]{\left\{#1\right\}_{#2}}\) \(\newcommand{\gray}[1]{\color{gray}{#1}}\) \(\newcommand{\lgray}[1]{\color{lightgray}{#1}}\) \(\newcommand{\rank}{\operatorname{rank}}\) \(\newcommand{\row}{\text{Row}}\) \(\newcommand{\col}{\text{Col}}\) \(\renewcommand{\row}{\text{Row}}\) \(\newcommand{\nul}{\text{Nul}}\) \(\newcommand{\var}{\text{Var}}\) \(\newcommand{\corr}{\text{corr}}\) \(\newcommand{\len}[1]{\left|#1\right|}\) \(\newcommand{\bbar}{\overline{\bvec}}\) \(\newcommand{\bhat}{\widehat{\bvec}}\) \(\newcommand{\bperp}{\bvec^\perp}\) \(\newcommand{\xhat}{\widehat{\xvec}}\) \(\newcommand{\vhat}{\widehat{\vvec}}\) \(\newcommand{\uhat}{\widehat{\uvec}}\) \(\newcommand{\what}{\widehat{\wvec}}\) \(\newcommand{\Sighat}{\widehat{\Sigma}}\) \(\newcommand{\lt}{<}\) \(\newcommand{\gt}{>}\) \(\newcommand{\amp}{&}\) \(\definecolor{fillinmathshade}{gray}{0.9}\)Manuela Sáenz de Vergara y Aizpuru (Quito, 1797-Paita, Perú, 1856) fue una activista y pensadora ecuatoriana que tuvo un papel muy significativo en las luchas por la independencia de Perú, Ecuador y Colombia. Participó activamente en batallas estratégicas, llegando al grado de Coronel en el ejército colombiano. Después de que estas naciones obtuvieron su independencia de España, Manuela fue parte del gobierno, especialmente a partir de su relación con Simón Bolívar, pero fue rechazada y desterrada por sus contemporáneos. Su papel histórico ha sido reivindicado desde mediados del siglo XX, y hoy se considera una figura heroica de las naciones andinas.
[Rostro de Manuela Sáenz, pintura original de Mauricio Giraldo]
Una minibiografía
Hija de un funcionario español y de una criolla, quienes nunca se casaron, Manuela Sáenz de Vergara y Aizpuru (1797-1856) nació en la ciudad de Quito, hoy capital de Ecuador. Como su madre murió casi al nacer Manuela, se crió internada en un convento, donde recibió buena educación y cuidados gracias al dinero de su padre, con cuya familia mantuvo contacto cercano. En 1817 se casó con un comerciante inglés, con quien se mudó a Lima. Allí participó en actividades que facilitaron la victoria de las fuerzas independentistas, por lo que fue condecorada con la Orden El Sol del Perú. En 1821 regresó a Quito por razones familiares, y allí se integró a las luchas por la independencia. Manuela combatió en varias batallas estratégicas bajo el mando del general Antonio José de Sucre, alcanzando el grado de Coronel en el ejército colombiano. Tras la independencia, vivió en Bogotá junto al presidente Simón Bolívar y participó en la agitada vida política de la nueva nación. Después de que Bolívar abandonó la presidencia y falleció en 1830, Manuela fue desterrada a Jamaica, y cinco años después se mudó a Paita, Perú, pues no fue aceptada por el gobierno ecuatoriano. Durante su exilio en Perú, mantuvo contacto con varios escritores influyentes de su época y se dedicó al comercio y a la traducción. Murió durante una epidemia de difteria cerca de cumplir sus 59 años de edad. |
funcionario: empleado del gobierno criollo: nacido en América de padres españoles fallecer: morir alcanzar: obtener, lograr desterrar: exiliar |
Comprensión
Con base en la información que leíste, empareja las columnas. | |
( ) Poco tiempo después de que nació Manuela... |
1. ... en un convento de Quito. |
- Respuestas
-
5, 1, 6, 4, 7, 2, 3
Conversación 1
Conversemos sobre Manuela Sáenz. ¿Cuál es su relevancia en la historia suramericana? ¿Qué aspectos de su vida te parecen interesantes? ¿Conoces algunos personajes similares? ¿Cómo crees que sería la vida para una mujer activista durante esa época (siglo XIX)?
Conversación 2
Vamos a conversar también sobre un documental de veinte minutos que da contexto y resume la vida de Manuela Sáenz.
Antes de ver el video, lee las preguntas sobre las que vamos a conversar (puedes consultar un diccionario):
1. ¿Cuál era la situación general de las mujeres en la Hispanoamérica del siglo XIX, en el tiempo de Manuela Sáenz?
2. ¿Por qué decide dejar Manuela a su esposo inglés, James Thorne? ¿Cuáles fueron las consecuencias de esta ruptura?
3. ¿En qué consistió su participación en la causa revolucionaria? ¿Cómo contribuyó a la independencia frente a España?
4. ¿Cómo fue la relación de Manuela con Simón Bolívar?
5. ¿Qué fue la Conspiración Septembrina? ¿Cuál fue el papel de Manuela en este suceso?
6. ¿Por qué es importante resaltar el trabajo que hicieron las mujeres en las luchas por la independencia de América Latina?
Mira el video (https://youtu.be/AprQXxYnC9Y), y luego utiliza las preguntas anteriores como base para una conversación sobre Manuela Sáenz y su época.
Diario, 19 de junio de 1822
Se conservan pocos escritos de Manuela Sáenz, en parte por el olvido histórico que sufrió durante el siglo XIX, y en parte porque sus posesiones fueron incineradas después de su muerte, durante una epidemia de difteria. Conocemos partes de su diario, que relata de manera coloquial y emotiva muchos sucesos hoy altamente significativos para la historia de Colombia, Ecuador y Perú. En 1822, Manuela se hallaba en Quito, y el 19 de junio narra su emoción con la celebración de la llegada del ejército victorioso a esa ciudad y la experiencia de conocer al gran héroe Simón Bolívar, conocido como el Libertador.
[Imagen de Manuela Sáenz, cerca de 1825. Cortesía de Wikipedia]
Mientras lees, intenta identificar qué eventos describe Manuela y cuál es su emoción al respecto.
→ Recuerda consultar un buen diccionario.
¡Puedes comenzar a crear tu propio banco de vocabulario con las palabras que te parezcan más útiles!
19 de junio de 1822
La caravana de los héroes entró a las ocho y media de la mañana por la calle principal […]. Enseguida voy a describir los hechos del 16, que considero muy especiales por la fortuna con que me han tocado.
¡Estoy muy feliz! Pareciera como si el mundo entero se hubiera venido por acá. Qué apoteosis de recepción. No caben palabras para describir tanta emoción de la gente; desde la más alta alcurnia, pasando por todas las clases «de colores, gustos y sabores» y condiciones sociales, y autoridades y clérigos (que me enseñaron a redactar así); hasta el más humilde de los indios que poco o nada entienden de estas cosas, se dieron cita para tributar su agradecimiento al Libertador y Presidente.
Yo estaba en compañía de mamá, en quien era raro ver algún signo de alegría o de tristeza. Sin embargo, su manifestación de júbilo era tal, que me hizo sentir la más feliz de las hijas, porque supe que mi madrecita también compartía de corazón toda esta alegría patriótica […]. Sentimos que la entrada de Su Excelencia el Libertador y Presidente Simón Bolívar era muy importante para gratificar la ciudad de Quito por su dedicación a la Libertad desde el nueve.
En las iglesias resuenan las campanadas alegres, la pólvora alborota más la algarabía y la ansiedad de las gentes por mirar y tocar a los héroes iba en aumento, en un frenesí de locos. Todo hasta verlos aparecer al frente suyo. Su excelencia el Libertador Bolívar y Presidente de Colombia venía acompañado por el General Sucre, grandioso héroe de Pichincha. Su Excelencia Simón Bolívar a la derecha, S.E. el General Sucre a la izquierda, posición muy bien ganada por su valentía a toda prueba. El corazón me palpitaba hasta el delirio. Creo que esto de ser patriota me viene más por dentro de mí misma que por simpatía.
S.E. el Libertador es un gallardo jinete, engalanado con uniforme de parada, en el que los hilos de oro se veían como evaporándose en el brillo del sol que ese día era como una parrilla. Venían en paso de formación y con los más escogidos oficiales. El Libertador y Presidente montado en un precioso caballo blanco […].
Desde todos los balcones, al pasar, llovían los pétalos deshojados de las rosas; flores y ramos caían para ir formando una alfombra fragante y colorida, que hizo más encantadora la algarabía y el recibimiento; los aplausos se escuchaban por doquier y los vivas a la República y a sus ejecutores se entonaban en coros más altos, de uno y otro lado de las calles. El delirio era ver y tocar de cerca a todos, pero con mayor placer a S.E. el Libertador Bolívar, saludarlo, tocarlo; ser correspondido.
Cuando se acercaba al paso de nuestro balcón, tomé la corona de rosas y la arrojé para que cayera al frente del caballo de S.E.; pero con tal suerte que fue a parar, con toda la fuerza de la caída, justo en el pecho de S.E. Me ruboricé de la vergüenza, pues el Libertador alzó su mirada y me descubrió aún con los brazos estirados de tal acto. Pero S.E. sonrió y me hizo un saludo con el sombrero que traía en la mano, y justo esto fue la envidia de todos, familiares y amigos, y para mí el delirio y la alegría de que S.E. me distinguiera de entre todas; casi me desmayo.
[…] Se dispuso por parte del comité de recepción un gran festejo para el pueblo, y la tarima sirvió para el recibimiento en la plaza […]. Posteriormente, en la Catedral, S.E. Bolívar fue conducido hasta el altar mayor en una ceremonia religiosa que duró casi dos horas. Luego hubo fiesta para el pueblo y fuegos artificiales hasta bien entrada la noche.
Vino a visitarme por la tarde del 16 don Juan Larrea, para invitarme al baile en honor de S.E. el Libertador Bolívar, que se celebraba en la misma casa de don Juan; a lo que me dispuse inmediatamente, mandando la vajilla y arreglos de flores, tal como me lo pidió el comité de recepción.
Mi madre y yo llegamos junto con mi hermano José María al baile, casi al filo de las ocho. Enseguida fuimos atendidos por un paje que nos condujo hasta el salón, donde don Juan Larrea nos recibió de manera muy entusiasta. Tomándome del brazo, luego de haber saludado muy cortésmente a mi mamacita, me llevó hasta el sitio donde se hallaba Su Excelencia, sentado al fondo del salón y al centro, bajo un dosel preparado para él y lujosamente adornado.
S.E. Bolívar estaba conversando muy amenamente con sus vecinos, acompañado de sus generales. Al ver que nos acercábamos, se levantó, disculpándose muy cortésmente, y se inclinó haciendo una reverencia muy acentuada. Mi corazón palpitaba cuando de don Juan Larrea escuché: «S.E., es para mí halagador presentarle a la señora Manuela Sáenz de Thorne». S.E. Bolívar me miró fijamente con sus ojos negros, que querían descubrirlo todo, y sonrió. Le presenté mis disculpas por lo de la mañana, y él me replicó diciéndome: «Mi estimada señora, ¡si es usted la bella dama que ha incendiado mi corazón al tocar mi pecho con su corona! Si todos mis soldados tuvieran esa puntería, yo habría ganado todas las batallas». Me avergoncé un poco, cosa que S.E. notó al instante y, disculpándose, me tomó de la mano invitándome a bailar una contradanza, luego un minué que, aunque aborrezco, acepté encantada; para luego seguir con otra contradanza que nos dio la oportunidad de hablar. Luego un vals muy suave que nos puso muy románticos.
Todas las parejas pararon para ver bailar a S.E. Bolívar, pues tiene fama de excelente bailarín, aplaudiéndonos; cosa por la que me puse muy contenta. S.E. me apartó luego para decirme: «Señora, insisto en que usted ha tocado hoy justo en mi corazón. Su belleza es el mejor regalo que un héroe puede recibir, pues su encantamiento se halla en su agradable vivacidad. Es forzoso entonces que yo manifieste a usted el motivo real de mi alegría. Me encuentro fascinado de usted por no decir enamorado. Quién hubiera sabido que en esta ciudad se encontraba precisamente la poseedora del crisol donde debo fraguar mis sentimientos. Su arrobadora belleza hace que cualquier hombre transgreda los más caros principios de la fidelidad y el respeto. Permítame que yo, su humilde admirador, haga uso de esa maravillosa transgresión».
Aunque muchos hombres me han lisonjeado, nunca hubo uno con tal osadía. Pero sus palabras no eran sino fragancias de una caja de música. ¡Yo acepté encantada! Y descubrí desde aquel mismo momento que el hombre venía solo, pero traía consigo mi felicidad, esa que yo no conocía hasta ahora. S.E. Bolívar no paraba de hablarme y lisonjearme presentándome a sus generales, advirtiéndoles de antemano que yo estaba comprometida con él y con la causa; les decía que yo era la realización de sus sueños, la compensación de sus desvelos por la libertad, etc. Todos ellos respondían, a una, que S.E. bien se merecía tal halago, por ser de lo más exquisito para los héroes, cosa que me dejaba perpleja.
Me tomé la libertad de hacerle bromas a S.E., las que le encantaron, diciéndome que yo tenía la habilidad y el genio de hacerle reír, lo que otros no lograban fácilmente. Entre estas bromas le pedí que «el ridículo» minué (ya pasó de moda en Europa), en especial, debía grabarse como recuerdo perdurable de nuestro primer encuentro. Se rio a carcajadas muy sonoras y me dijo que, para mi satisfacción (siempre hablándome de mi belleza), mis palabras eran órdenes que iban a ser cumplidas inmediatamente.
[…] A partir de ese momento, todos sus generales se dirigían a mí con profunda admiración y respeto, lo que no dejaba de incomodarme, puesto que quería tener también la confianza de ellos.
Comprensión
Escribe el orden en que ocurren cada uno de los siguientes eventos:
( ) Bolívar se ríe con las bromas que la hace Manuela y le dice que sus palabras son órdenes.
( ) La caravana militar hace su entrada triunfal en Quito.
( ) Don Juan Larrea visita a Manuela para invitarla a un baile en su casa.
( ) Manuela le lanza unas flores al Libertador.
( ) Manuela y Bolívar bailan varias piezas (minué, contradanza, vals).
( ) El Libertador participa en una ceremonia religiosa en la catedral.
( ) Bolívar presenta con admiración a Manuela ante sus generales.
- Respuestas
-
7, 1, 4, 2, 5, 3, 6
Conversación
Conversemos sobre esta entrada del diario. Aquí tienes algunas preguntas para inspirarte:
- ¿Cómo es el recibimiento de los héroes en Quito? Comenta la actitud de la gente y las emociones que describe Manuela.
- ¿Por qué dice que los indios “poco o nada entienden de estas cosas”? ¿Qué refleja esta observación sobre las relaciones entre criollos e indígenas en el siglo XIX?
- ¿Qué pasa cuando Manuela intenta lanzar una corona de rosas a Simón Bolívar? ¿Cómo se siente ella durante esta situación? ¿Qué comentario hace él sobre este incidente durante la fiesta por la noche?
- ¿Qué eventos incluyó el recibimiento de los héroes en la plaza? Comenta las peculiaridades culturales de los eventos descritos.
- ¿Cómo describe Manuela su primer encuentro con Bolívar? ¿Qué hacen? Comenta las actitudes y emociones de ambos.
- ¿Con qué otras personas interactúan Bolívar y Manuela en la fiesta? ¿Cómo la describe Bolívar a sus amigos? Comenta el hecho de que Manuela "quería tener la confianza" de todos sus generales. ¿Qué indica esto sobre su personalidad y sus aspiraciones?
- Comenta tus impresiones sobre el estilo, el tono y otros detalles de esta entrada del diario. ¿Qué indican sobre la personalidad Manuela? ¿Qué detalles resalta? Piensa también en la expresividad de oraciones como "pareciera que todo el mundo se hubiera venido por acá" y en lo que comunican. ¿Qué otras observaciones se podrían hacer sobre la cultura de esa época?
- ¿Has vivido momentos de gran emoción colectiva, momentos en que te parece estar en el centro del mundo? Comenta alguna experiencia de este tipo en tu vida o sobre la que has leído, escuchado, visto en películas, etc.
Diario, 22 de junio de 1822
Un par de días después, Manuela continúa reflexionando sobre su vida con su esposo James y sobre su encuentro con Bolívar (Su Excelencia, S.E.), que marcaría el resto de su vida. Se dice que, en los últimos años de su vida, Manuela comentaba: "Vivo adoré a Bolívar; muerto, lo venero". Este fragmento del diario expresa el comienzo de esa relación de mutua fascinación.
[Imagen de Manuela Sáenz al recibir la Orden El Sol en Perú, en 1821. Cortesía de Wikipedia]
Mientras lees, observa diferentes aspectos que revelan la personalidad de Manuela y su actitud ante la vida y frente a Bolívar.
→ Recuerda consultar un buen diccionario.
¡Puedes continuar a creando tu propio banco de vocabulario con las palabras que te parezcan más útiles!
22 de junio de 1822
Yo no sé qué me pasó, pero me sentí liberada de James, y en cambio retribuida por la gloria de este señor, S.E. Simón Bolívar, que se ha fijado en mí y que me hace sentir la vida intensamente.
[…] He comprobado que S.E. es un bailarín consumado e incansable, pues ciertamente baila con verdadera destreza. Esta habilidad, según él, es la mejor manera de preparar una estrategia de guerra (dijo esto sonriéndome). No quise quedarme corta y, para descollar por lo menos en algo a la altura del conocimiento de este señor, empecé hablándole de política, luego de estrategias militares (mi parecer lo tenía embelesado). Entonces me cortó y empezó a recitarme en perfecto latín a Virgilio y Horacio. Hablaba de los clásicos como si los hubiera conocido. Yo lo miraba y escuchaba entusiasmada y, cuando tuve por fin la oportunidad, le respondí dándole citas de Tácito y Plutarco. Esto le llamó mucho la atención; se quedó casi como mudo, asintiendo de mis pobres conocimientos: «Sí, sí, sí eso es; sí, sí, sí», repetía. Entonces se puso muy erguido y yo pensé que se había enfadado; pero, sonriendo, me pidió que le proporcionara todos los medios a fin de tener una entrevista conmigo (y muy al oído dijo: «encuentro apasionado»), que sería yo en adelante el símbolo para sus conquistas y que no solo admiraba mi belleza, sino también mi inteligencia.
Me di perfecta cuenta que en este señor hay una gran necesidad de cariño. Es fuerte, pero débil en su interior de él, de su alma, donde anida un deseo incontenible de amor. S.E. trata de demostrar su ánimo siempre vivo, pero en su mirada y su rostro se adivina una tragedia. Me comentó que se sentía en el cénit de su gloria; pero que, en verdad (y esto lo dijo muy en serio), necesitaba a alguien confidente que le diera seguridad.
[…] Sé que este señor me necesita, lo sé, y yo también a él; ambos formamos un círculo de sentimientos donde la seguridad va en busca del refugio del otro. Lo que sé hasta ahora me dice que tengo razón y que mi madurez da la suficiente garantía para que un hombre de la valía de S.E. se fije en mí.
Soy por temperamento informal, pero en tanto se requiera de mi formalidad, asisto sin ambages, agrupando mis cualidades a una potencia de servicio y obra. Soy ambiciosa y me compromete la libertad. ¿Para qué un pajarillo enjaulado? ¿un zorrillo encadenado? El venado corre como saeta veloz por los prados, y desconfiado vaga por los montes atento al ataque del tigre. Así es mi desconfianza, que, en unos, no es más que la forma de negarse a servir, y en otros (mi caso), la necesidad para sobrevivir. Sé que con este señor llegaré a la cima. Daré mis conocimientos (escasos), mi vigor y mi carácter, así como mis sentimientos, mi existencia si fuera necesaria. Mi vida será arrastrada por su gloria y suyos serán en sus días aciagos mis consuelos.
Y bien, nos hicimos cita clandestina, que no lo fue para nadie. Esto a los dos no nos preocupa, pues solo se trata de la carcoma que impide a los débiles el enlace de dos almas correspondidas. Un poco pasar desapercibidos la maledicencia y las comidillas y las preocupaciones sociales, son la determinante para acabar con ese gusano de envidia malsana […]. Soy mujer y joven; apasionada, con mucho abandono del miramiento social que a mí no me incumbe; mi ingenio es mi intuición y me siento muy, pero muy enamorada. ¡De verdad, mi querido diario!
Comprensión
A. De las siguientes características descritas en el diario, ¿cuáles se refieren a Bolívar y cuáles a Manuela?
1. joven y con mucha pasión
2. informal, pero capaz de ser formal para servir sin dudarlo
3. excelente para bailar, igual que para preparar estrategias de guerra
4. en la cima de la gloria, pero con necesidad de alguien en quien confiar
5. con inmenso conocimiento sobre los autores clásicos
6. con pocos conocimientos, pero con vigor y carácter
7. alguien que quiere relacionarse como igual con la otra persona
8. fuerte, pero con gran necesidad de cariño
9. con la disposición de dar la vida por la otra persona
10. alguien que se muestra vivaz, pero con una tragedia en el corazón
B. De las siguientes actitudes descritas en el diario, ¿cuáles se refieren a la relación con Bolívar y cuáles a la actitud de Manuela frente a la vida? ¿o a ambas?
1. clandestina, para evitar rumores y prejuicios sociales
2. sin preocupación por los prejuicios sociales
3. hace sentir la vida intensamente
4. ambiciosa, comprometida con la libertad, vigilante para sobrevivir a los ataques
5. con confianza en su madurez y capacidades para ofrecer mucho
6. de admiración por la belleza y la inteligencia de la otra persona
7. dar y ofrecer confianza, seguridad y apoyo
- Respuestas
-
A. Bolívar: 3, 4, 5, 8, 10 - Manuela: 1, 2, 6, 7, 9
B. La relación con Bolívar: 1, 3, 6, 7 - La actitud de Manuela ante la vida: 2, 4, 5, 6, 7
Conversación
Conversemos sobre esta entrada del diario. Comenta pasajes específicos del diario que sustenten tus opiniones. Aquí tienes algunas preguntas para inspirarte:
- ¿Por qué crees que Manuela menciona aquí a su esposo James? ¿Cómo describe la manera en que ahora percibe la relación con su marido y la manera en que percibe su encuentro con Bolívar? ¿Por qué crees que sigue refiriéndose a él en su diario como "Su Excelencia"?
- ¿Cómo podría describirse la relación que se ha creado entre ella y Bolívar? Tal vez te sirvan palabras como sumisión, respeto mutuo, pasión, necesidad mutua, admiración, amor a primera vista, ... ¿Qué niveles de intercambio personal revela este pasaje (afinidad política, afinidad intelectual, atracción física, intimidad personal, ambición y proyectos comunes, complementariedad, vulnerabilidad...)?
- ¿Por qué crees que Manuela se sentía tan segura de pasar el resto de su vida con Bolívar? Comenta, no solo su atracción, sino también las circunstancias de su vida y sus aspiraciones, sus ideales revolucionarios, sus valores.
- ¿Qué aprendemos sobre la personalidad y los valores de Manuela? ¿Con qué palabras y matices los caracterizarías? ¿Cómo contrastan estas características con las expectativas sociales para una dama de clase media alta en el siglo XIX? Especula sobre cómo reaccionaría la sociedad de su época ante este tipo de actitudes en una mujer, especialmente en relación con un líder tan influyente como Simón Bolívar.
- Comenta tus impresiones sobre el estilo, el tono y otros detalles de esta entrada del diario. ¿Qué detalles resalta? Piensa también en la expresividad de oraciones como "descollar por lo menos en algo a la altura del conocimiento de este señor" y en lo que comunican. ¿Qué otras observaciones se podrían hacer sobre la cultura y las relaciones de género en esa época?
- ¿Has conocido o leído sobre relaciones de amistad o encuentros amorosos de una intensidad comparable a la que describe este diario? Comenta alguna experiencia de este tipo, sea de tu vida o de tus lecturas, películas, personas conocidas, etc.
Destierro y olvido
Tras la muerte de Bolívar, Manuela fue desterrada a Jamaica y en 1835 se mudó a Paita, un pequeño puerto peruano, donde la prócer ecuatoriana pasó el resto de su vida, inicialmente involucrada en política, pero finalmente dedicada a su vida personal de comerciante y traductora, con modestos recursos económicos. Casi olvidada por muchas décadas, su importancia histórica ha sido rescatada lentamente, y hoy existen homenajes a su memoria en Venezuela (junto a la tumba de Bolívar), Colombia (su antigua casa es ahora un museo), Ecuador (un museo dedicado a ella), Perú y Argentina, entre otros.
Vamos a conversar sobre un video de cinco minutos que narra este episodio final en la vida de Manuela Sáenz, así como el lento proceso de recuperación de su memoria histórica en los siglos XX y XXI.
Antes de ver el video, lee el siguiente ejercicio de comprensión, que completarás después de verlo (puedes consultar un diccionario):
- Después de la muerte de Bolívar, Manuela fue encarcelada y posteriormente __________ de Colombia el primero de enero de 1834.
- Esta prócer quiteña viajó a __________, país donde pasó la primera época de su destierro.
- Más tarde pudo establecerse en __________, un pueblo pequeño en la costa peruana.
- En este lugar, Manuela vendía __________ y dulces, y traducía las cartas de los marinos europeos y norteamericanos que llegaban.
- Entre los amigos que conservó durante su exilio en Paita estaba __________, antiguo maestro de Bolívar.
- En este lugar, Sáenz también conoció a otras influyentes figuras históricas, entre ellos al escritor __________ y al político italiano __________.
- Manuela murió tras haberse contagiado durante una epidemia de __________ en 1856.
- Su cuerpo fue depositado en una __________.
Mira el video (https://youtu.be/PNTe3yRymII), y luego completa las oraciones anteriores con las siguientes palabras: expulsada - tabaco - Giuseppe Garibaldi - Jamaica - Simón Rodríguez - difteria - Paita - Herman Melville - fosa común.
Conversación
Expresa tus impresiones sobre esta última etapa en la vida de Manuela Sáenz. Comenta sobre los diferentes factores (políticos, de personalidad, culturales) que condujeron a su exilio, al rechazo social y político que vivió, a su vida relativamente aislada y a su olvido histórico durante tanto tiempo. ¿Qué importancia tiene reivindicarla ahora? Si Manuela hubiera vivido en la Colombia del siglo XXI, ¿cómo crees que habría sido diferente su destino? ¿Por qué?
Conversando con Manuela
¿Valió la pena?
Ahora que conoces más sobre la vida de Manuela Sáenz, has leído en el diario su entusiasmo con la revolución y con su relación amorosa, y has conversado sobre su etapa final en el exilio, ¿cuáles son tus impresiones respecto a su vida, a los valores que defendió y a su impacto histórico en general? ¿Valió la pena entregarse tan apasionadamente a su causa y a su amor? ¿Habría sido mejor una vida más moderada, más sumisa, menos apasionada o más combativa?
Sobre este tema se puede:
1) organizar una conversación de grupo o un debate;
2) preparar y presentar una entrevista con la autora
(formular preguntas sobre su vida, sus ideales y sus escritos, y recrear sus respuestas de acuerdo con lo que has aprendido);
3) o escribir un ensayo.
Para tu argumentación, ten en cuenta la biografía de Manuela y el contenido de los textos y videos, así como las circunstancias de su época: cómo su vida comenzó bajo un régimen colonial bastante autoritario y terminó en una era de independencia política en que había muchas ideas opuestas sobre cómo organizar las nuevas naciones y las nuevas relaciones sociales (de género, de clase, de raza...). Tal vez quieras investigar un poco más sobre la vida hispanoamericana a fines de la era colonial y comienzos de la Independencia para profundizar tu conocimiento sobre estos temas.
[Escultura de Manuela Sáenz donada a Argentina por el gobierno ecuatoriano en 2010. Cortesía de Wikipedia]
Práctica gramatical
Vamos a practicar los dos tipos de pronombres de complemento (object pronouns): de objeto directo e indirecto.
Asegúrate de repasar los pronombres de complemento. Este es un resumen:
persona |
Directo (¿qué?) |
Indirecto (¿a quién...?) |
|
(yo) (tú, vos) (usted, él, ella) (nosotros) (vosotros) (ustedes, ellos, ellas) |
me te lo , la nos os los , las |
me te le nos os les |
me you him, her, it, you (usted) us you (plural) [in Spain] them, you (ustedes) |
Escribí una carta. La escribí. (¿qué escribí?) Vi al doctor. Lo vi. (¿qué vi?) |
Le escribí una carta (a mi amiga). (¿a quién escribí la carta?) Les di el regalo (a ellos). (¿a quiénes di el regalo?) |
Práctica 1
Identifica en el siguiente párrafo todos los pronombres de objeto directo e indirecto.
Manuela Sáenz fue una gran luchadora por la independencia de Hispanoamérica. Durante muchos años le dio ayuda al ejército del Libertador. Solía enviarles dinero y comida a los soldados que peleaban contra las tropas españolas. También estuvo en los campos de batalla, donde las mujeres recibían a los heridos y les daban los primeros auxilios. Además, enterraban a los muertos, sepultándolos con dignidad y honor.
Cuando Manuela y Bolívar se conocieron, se enamoraron rápidamente. Manuela lo vio por primera vez desde su balcón, mientras el Libertador desfilaba por las calles de Quito. Manuela le lanzó una corona de rosas que lo golpeó en el pecho. Cuando pudieron hablar, Bolívar le dijo que, si todos sus soldados tuvieran la puntería de Manuela, ya habrían ganado todas las batallas. Ambos rieron y desde entonces procuraron estar juntos. Manuela incluso llegó a salvarle la vida a Bolívar durante una conspiración de sus enemigos. A Manuela la conocerían a partir de entonces como “La Libertadora del Libertador”.
- Respuestas
-
Pronombres de objeto directo: sepultándolos - lo vio - lo golpeó - la conocerían
Pronombres de objeto indirecto: le dio ayuda - enviarles dinero - les daban auxilios - le lanzó una corona - le dijo - salvarle la vida.
Práctica 2
En las siguientes oraciones, sustituye los sustantivos subrayados por el pronombre adecuado:
- Manuela lanzó la corona desde su balcón. → Manuela ___ lanzó desde el balcón.
- Bolívar no conocía a Manuela, pero escuchó hablar de su valentía. → Bolívar no ___ conocía.
- Manuela dio muchos consejos al Libertador. → Manuela ___ dio muchos consejos.
- Manuela ayudó a curar a los heridos. → Manuela ayudó a curar___.
- Gracias a mujeres como Manuela, los hispanoamericanos ganaron la guerra a los españoles. → ___ ganaron la guerra.
- Respuestas
-
1. la - 2. la - 3. le - 4. los - 5. les
Práctica 3
Completa las siguientes oraciones usando los pronombres adecuados:
- A Manuela ___ concedieron la Orden El Sol del Perú por sus servicios a la causa de la independencia.
- Manuela abandonó a su esposo James porque no ___ amaba.
- Cuando intentaron asesinar a Bolívar, Manuela ___ defendió y ___ salvó la vida.
- Manuela vivió muchos años en el exilio. Vivía de traducir___ las cartas a los marinos ingleses y norteamericanos.
- Muchas mujeres valientes como Manuela fueron olvidadas por décadas. Ahora procuramos honrar___ contando sus historias.
- Respuestas
-
1. le - 2. lo - 3. lo, le - 4. les - 5. las
Práctica adicional en:
• ASCCC: objeto directo - objeto indirecto - combinación
• aprenderespañol: objecto directo - objeto indirecto
• Nelson: https://personal.colby.edu/~bknelson/SLC/DO_IO.html
• ver-taal: pronombres de complemento - posición con infinitivo - posición general
• Yepes: https://www.bowdoin.edu/~eyepes/newgr/prc.htm
Fuentes para profundizar
• "Manuela Sáenz, la Libertadora del Libertador." Artículo de Consuelo Triviño Anzola. https://cvc.cervantes.es/literatura/mujer_independencias/trivino01.htm
• El diario de Manuela Sáenz. Documental de Científica TV. https://youtu.be/M2wSOUn112U
• La Comandante Sáenz. Documental de Fernando Gómez-Monroy. https://vimeo.com/53938877
• Manuela Sáenz: generala de América. Libro de Antonio Cacua Prada. Ediciones Aurora, 2019.
• Manuela Sáenz: epistolario. Libro de Jorge F. Villalba. Banco Central del Ecuador, 1986.