Skip to main content
Humanities LibreTexts

2.3: Romance III, La cabeza

  • Page ID
    88434
  • \( \newcommand{\vecs}[1]{\overset { \scriptstyle \rightharpoonup} {\mathbf{#1}} } \) \( \newcommand{\vecd}[1]{\overset{-\!-\!\rightharpoonup}{\vphantom{a}\smash {#1}}} \)\(\newcommand{\id}{\mathrm{id}}\) \( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\) \( \newcommand{\kernel}{\mathrm{null}\,}\) \( \newcommand{\range}{\mathrm{range}\,}\) \( \newcommand{\RealPart}{\mathrm{Re}}\) \( \newcommand{\ImaginaryPart}{\mathrm{Im}}\) \( \newcommand{\Argument}{\mathrm{Arg}}\) \( \newcommand{\norm}[1]{\| #1 \|}\) \( \newcommand{\inner}[2]{\langle #1, #2 \rangle}\) \( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\) \(\newcommand{\id}{\mathrm{id}}\) \( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\) \( \newcommand{\kernel}{\mathrm{null}\,}\) \( \newcommand{\range}{\mathrm{range}\,}\) \( \newcommand{\RealPart}{\mathrm{Re}}\) \( \newcommand{\ImaginaryPart}{\mathrm{Im}}\) \( \newcommand{\Argument}{\mathrm{Arg}}\) \( \newcommand{\norm}[1]{\| #1 \|}\) \( \newcommand{\inner}[2]{\langle #1, #2 \rangle}\) \( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\)\(\newcommand{\AA}{\unicode[.8,0]{x212B}}\)

    Al tiempo que en el ocaso1
    su eterna llama sepulta2
    el sol, y tierras y cielos
    con negras sombras se enlutan,3
    de la cárcel de Sevilla,
    en una bóveda4 oscura,
    que una lámpara de cobre5
    más bien asombra6 que alumbra,7 pasaba una extraña escena,
    de aquellas que nos angustian
    si en horrenda pesadilla8
    el sueño nos la dibuja.

    Pues no semejaba9 cosa
    de este mundo, aunque se usan
    en él cosas harto10 horrendas,
    de que he presenciado muchas, sino cosa del infi erno,
    funesta11 y maligna junta
    de espectros y de vampiros,
    festín horrible de furias.12

    En un sillón, sobre gradas,13
    se ve en negras vestiduras
    al buen alcalde Cerón,
    ceño14 grave, faz15 adusta.16

    A su lado, en un bufete,17
    que más parece una tumba,
    prepara un viejo notario
    sus pergaminos18 y plumas.

    Y de aquella estancia19 en medio,
    de tablas20 con sangre sucias,
    se ve un lecho, y sus cortinas
    son cuerdas, garfi os,21 garruchas.22

    En torno de él, dos verdugos23
    de imbécil facha24 y robusta,
    de un saco de cuero aprestan25
    hierros26 de infaustas fi guras.

    Sepulcral silencio reina,
    pues solamente se escucha
    el chispeo de la llama
    en la lámpara que ahúma27 la bóveda, y de los hierros
    que los verdugos rebuscan,
    el metálico sonido
    con que se apartan28 y juntan.

    Pronto del severo Alcalde
    la voz sepulcral retumba29
    diciendo: “Venga el testigo
    que ha de sufrir la tortura”.

    Se abrió al instante una puerta
    por la que sale confusa
    algazara,30 ayes31 profundos
    y gemidos32 que espeluznan.33

    Y luego entre los sayones,34
    esbirros35 y vil36 gentuza,37
    de ademanes38 descompuestos39
    y de feroz catadura,40 una vieja miserable,
    de ropa y carne desnuda,
    como un cuerpo que las hienas
    sacan de la sepultura,41 pues, sólo se ve que vive
    porque fl acamente lucha
    con desmayados42 esfuerzos,
    porque gime y porque suda.43

    Arrástranla44 los sayones;
    la confortan y la ayudan
    dos religiosos franciscos,45
    caladas46 sendas47 capuchas,48 y la algazara y estruendo,49
    con que satánica turba50
    lleva un precito51 a las llamas,
    por la bóveda retumba.

    Un negro bulto en silencio
    también entra en la confusa
    escena, y sin ser notado
    tras de un pilarón52 se oculta.

    “Ven—grita un tosco53 verdugo
    con una risada aguda—,
    ven a casarte conmigo;
    hecha está la cama, bruja”.

    Otro, asiéndolo54 los brazos
    con una mano más dura
    que unas tenazas,55 le dice:
    “No volarás hoy a obscuras”.

    Y otro, atándole56 las piernas:
    “¿Y el bote57 con que te untas?58
    Sobre la escoba a caballo
    no has de hacer más de las tuyas”.

    Estos chistes semejaban
    los aullidos59 con que aguzan60
    la hambre los lobos, al grito
    de los cuervos61 que barruntan62; los ya corrompidos63 restos
    de una víctima insepulta;
    la mofa64 con que los cafres65
    a su prisionero insultan.

    Tienden66 en el triste lecho,
    ya casi casi difunta67
    a la infelice, la enlazan
    con ásperas68 ligaduras, y de hierro un aparato
    a su diestra69 mano ajustan,
    que al impulso70 más pequeño
    martirio71 espantoso anuncia.

    Dice un sayón al Alcalde.
    “Ya está en jaula72 la lechuza,73
    y si aun a cantar se niega,74
    yo haré que cante o que cruja”.75

    Silencio el Alcalde impone,
    quédase todo en profunda
    quietud, y sólo gemidos
    casi apagados se escuchan.

    “Mujer—prorrumpe76 Cerón—,
    mujer, si vivir procuras,77
    declárame cuanto viste
    y te dará Dios ayuda”.

    “Nada vi, nada—responde
    la infeliz—: por Santa Justa78
    juro79 que estaba durmiendo;
    no vi ni oí cosa alguna”.

    Replicó el juez: “Desdichada,
    piensa, piensa lo que juras”.

    Y tomando de las manos
    del notario que le ayuda un candil: “Mira—prosigue—
    esta prenda80 que te acusa.

    Di quién la tiró a la calle,
    pues confesaste ser tuya”.

    La mísera se estremece,81
    trémula82 toda y convulsa,
    y respondió desmayada:
    “El demonio fue sin duda”.

    Y tras de una breve pausa:
    “Soy ciega, soy sorda y muda.

    Matadme, pues; lo repito,
    ni vi ni oí cosa alguna”.83

    estampa de grabado en madera monocolor de arcos de herradura altamente ornamentados al estilo arabesco en el interior del Alcázar de Sevilla. Bajo los arcos conversan dos hombres, recurso hábil del artista para dar perspectiva de las dimensiones del palacio: su alto techo, profunda galería, y anchos alicatados de azulejos decorando las paredes.
    Figura \(\PageIndex{1}\): Arcade moresque, a l’Alcazar de Séville, ilustración de Gustave Doré para el libro L’Espagne de Jean Charles Davillier, 1874. Wikimedia Commons [ilustracion_alcazar_sevilla.jpg].
    Una cabeza de piedra blanca o mármol esculpida sobre un capitel para su montaje en una pared o nicho. Es el busto que originalmente presidía la “Calle del Candilejo” por orden de Pedro I.
    Figura \(\PageIndex{2}\): Busto de Pedro I de Castilla, anónimo, s. XIV. Wikimedia Commons [bustodePedroI.jpg].

    El juez, entonces de mármol,84
    con la vara al techo apunta;
    ase85 una cuerda un verdugo,
    rechina86 allá una garrucha, la mano de la infelice
    se disloca y descoyunta,87
    y al chasquido88 de los huesos
    un alarido89 se junta.

    “¡Piedad, que voy a decirlo!”,
    grita con voz moribunda
    la víctima, y al momento
    suspéndese la tortura.

    “Declara”, el juez dice, y ella
    cobrando un vigor que asusta,
    prorrumpe: “El Rey fue..”, y su lengua
    en la garganta se anuda.90

    Juez, escribanos, verdugos,
    todos con la faz difunta,
    oyen tal nombre temblando,
    y queda la estancia muda.

    En esto, el desconocido,
    que, tras del pilar se oculta,
    hacia el potro91 del tormento
    el fi rme paso apresura,92 haciendo sus choquezuelas,
    canillas93 y coyunturas,94
    el ruido que los dados
    cuando se chocan y juntan.

    Rumor que al punto conoce
    la infeliz, y se espeluzna,
    y repite: “El Rey; sus huesos
    así sonaron, no hay duda”.

    Al punto se desemboza
    y la faz descubre adusta,
    y los ojos como brasas95
    aquel personaje, a cuya presencia hincan la rodilla96
    cuantos la bóveda ocupan,
    pues al rey don Pedro todos
    conocen, y se atribulan.97

    Este saca de su seno98
    una bolsa, do relumbran
    cien monedas de oro, y dice:
    “Toma y socórrete,99 bruja.

    “Has dicho verdad, y sabe
    que el que a la justicia oculta
    la verdad es reo de muerte
    y cómplice de la culpa.

    “Pero, pues tú la dijiste,
    ve en paz; el cielo te escuda.100
    Yo soy, sí, quien mató al hombre,
    mas Dios sólo a mí me juzga.101

    “Pero porque satisfecha
    quede la justicia augusta,102
    ya la cabeza del reo
    allí escarmientos103 pronuncia”.

    Y era así; ya colocada104
    estaba la imagen suya
    en la esquina do la muerte
    dio a un hombre su espada aguda.

    Del Candilejo la calle
    desde entonces se intitula,
    y el busto del rey don Pedro
    aún está allí y nos asusta.

    1 sunset

    2 entierra en su tumba

    3 se oscurecen, se visten de luto

    4 vault, dome

    5 copper

    6 causa sombras

    7 ilumina

    8 sueño terrorífico

    9 parecía

    10 sumamente, extremadamente

    11 desgraciado, que causa ruina

    12 deidades femeninas del inframundo

    13 una plataforma

    14 entreceja (el espacio entre las cejas) arrugada

    15 semblante, cara, expresi’on

    16 severa, malhumorada

    17 mesa de escribir, con cajones

    18 tipo de papel que se usaba antiguamente

    19 cuarto

    20 piso de tablas, boards

    21 meathooks

    22 pulleys

    23 administradores de justicia, tortureros

    24 cara, expresión

    25 agarran

    26 instrumentos metálicos

    27 que llena con humo, ennegrece

    28 se separan

    29 resuena con mucho ruido

    30 ruido, gritería y sollozos de una multitud

    31 onomatopeya

    32 moans, whining

    33 que erizan el pelo, que horripilan

    34 verdugos, ofi ciales menores de la justicia

    35 ofi ciales menores de la justicia, especialmente en la aplicación de la violencia

    36 baja, despreciable

    37 grupo o tipo de gente que se considera despreciable

    38 actitudes o posturas físicas que expresan el ánimo

    39 desconcertados, torpes

    40 gesto, semblante, expresión

    41 la tumba

    42 débiles

    43 to sweat

    44 they drag her

    45 franciscanos

    46 puestas de manera que no se vea la cara

    47 de cada uno

    48 hoods

    49 fuerte ruido de confusión

    50 muchedumbre de gente desorganizada

    51 persona condenada al infi erno

    52 aumentativo de pilar, columna

    53 de poca educación, rústico

    54 agarrándole

    55 pliers, pincers, tongs

    56 tying

    57 contenedor pequeño, generalmente para líquidos

    58 to spread a substance on oneself

    59 howls

    60 sacar filo a una navaja u otro instrumento, o bien preparar los dientes para despedazar la comida

    61 ravens

    62 que preven lo que va a pasar

    63 corruptos, rotten

    64 burla

    65 bárbaros, rústicos

    66 ponen, extienden

    67 muerta

    68 rough

    69 derecha

    70 la presión

    71 sufrimiento

    72 cage

    73 owl

    74 resiste

    75 que se rompa

    76 interrumpe

    77 deseas, pretendes

    78 Santa de Sevilla que resistió el tormento del potro (the rack) en su martirio.

    79 I swear

    80 objeto

    81 tiembla

    82 temblante

    83 whatsoever

    84 marble

    85 agarra, toma

    86 squeeks

    87 se separa

    88 cracking, snapping

    89 grito de dolor

    90 knots

    91 aparato de tormento

    92 acelera

    93 tibias u otros huesos de la pierna

    94 joints

    95 pedazos de leña o carbón encendido

    96 se arrodillan

    97 sienten pena o miedo

    98 de entre la chaqueta y el pecho

    99 busca ayuda y alivio

    100 te ampara, te protege

    101 sentencia

    102 que causa o recibe admiración por su majestad

    103 ejemplos de castigo que sirven de advertencia o aviso

    104 puesta


    2.3: Romance III, La cabeza is shared under a not declared license and was authored, remixed, and/or curated by LibreTexts.

    • Was this article helpful?