1.2.3: La revisión de la escritura
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Revisar es un acto fundamental de la escritura misma. Sin importar el propósito de tu escritura, volver sobre ella para mejorarla nunca está de más.
Redactor del texto de otra persona
El papel del redactor es de ayudar a mejorar la comunicación. No es cuestión de juzgar el esfuerzo que se ha hecho, sino de explicar honestamente las fortalezas y los puntos flacos de un texto. Al momento de redactar, haz que tus comentarios sean siepre pensados para criticar de una manera constructiva. Por ejemplo, ayuda poco decir "es confuso." Puede ayudar más un comentario más específico: "el tercer párrafo repite el punto principal del segundo párrafo." Puedes hacer comentarios generales, pero ayuda tener ejemplos especêficos. Tu trabajo de redacción no es simplemente el de un revisor de textos (copy editor), aunque si notas errores no está mal marcarlos. Debes pensar la función global del texto: el propósito, la secuencia, las afirmaciones y la evidencia, la retórica... la coherencia total del texto.
Piensa el propósito del texto y cómo lo cumple (puede tener que ver con las instruciones y el criterio evaluativo, por ejemplo). Haz un esbozo del texto a nivel de párrafos para poder ver el flujo. Presta atención especial a las transiciones y las repeticiones ya que pueden dar pistas acerca del desarrollo del texto. Ve la estructura de las oraciones, la dicción, la ortografía.
Revisar tu propio trabajo
A veces es más fácil dar comentarios sobre el trabajo de otra persona que sobre el propio trabajo. Aquí hay algunas sugerencias para poder ser mejor redactor de tu propio trabajo:
- Toma el tiempo necesario. Muchas veces es útil darte un espacio entre cuando terminas el borrador y cuando vuelves sobre él.
- Presta atención al propósito de tu escritura. Al releer, ¿cumple con lo que querías hacer? ¿por qué?
- Acepta los comentarios de otras personas sobre tu trabajo.
- Revisa el balance de las partes de lo que has escrito. ¿Hay algo que debes expandir? ¿reducir?
- Siempre puedes cambiar tu enfoque - escribir es pensar, entonces tu pensamiento puede cambiar a raíz de lo que has escrito.
- Considera si la estructura de tu escritura refleja la mejor aproximación para el propósito que buscas cumplir. Si no, considera otras opciones.
- Piensa tu trabajo a nivel global; de secciones; de párrafos; de oraciones. Lee en voz alta para ver donde las cosas suenan mal.