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3.3. El testimonio de un pueblo

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    Domitila_Barrios, pintura original de Mauro GiraldoDomitila Barrios Cuenca de Chungara (Bolivia, 1937-2012) fue una activista por los derechos laborales de los trabajadores en su país, especialmente los mineros. Tuvo un papel fundamental en la organización de mujeres y familias para hacerse oír en medio de dictaduras y reducciones salariales para el sector minero durante las décadas de 1960 a 1980. Obtuvo fama internacional por su participación en la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer (México, 1975), y por la publicación del libro Si me permiten hablar... (1977), en el que la socióloga brasileña Moema Viezzer recoge los testimonios de Domitila sobre su vida, ideales y activismo. Fue candidata a la vicepresidencia en Bolivia y dedicó los últimos años de su vida a la formación política de personas de la clase obrera. Fue condecorada póstumamente con El Condor de los Andes, la máxima distinción que otorga el Estado boliviano. Domitila sostenía que la lucha de las mujeres por igualdad de derechos, acceso a la educación y trabajo digno debía dirigirse a combatir la dominación económica, política y cultural de los pueblos.
    [Rostro de Domitila Barrios, pintura original de Mauricio Giraldo]


    La experiencia de un pueblo


    portada-libro-Domitila Barrios   Como hemos visto, en 1977 apareció la primera edición del libro Si me permiten hablar... Testimonio de Domitila, una mujer de las minas de Bolivia. Fue escrito por la socióloga brasileña Moema Viezzer, como resultado de muchas horas de conversación y revisión al lado de Domitila Barrios, quien supervisó todo el contenido. La narración es en primera persona y tiene un lenguaje coloquial, pero no hay que olvidar la mano editora de Viezzer, que contribuye a crear un efecto en este testimonio público. Como observa la brasileña en su introducción, "Este relato revela cómo la liberación de la mujer está fundamentalmente ligada a la liberación socioeconómica, política y cultural del pueblo", como también insistió la boliviana durante toda su vida. A continuación leeremos pasajes de la parte inicial del libro, la cual describe las condiciones de vida de los obreros en las minas de Potosí durante la vida de Domitila.
    [Portada del libro Si me permiten hablar...]

    Mientras lees, intenta identificar en qué aspectos esta es una historia personal y en qué aspectos es una voz que representa una experiencia colectiva.
    → Recuerda consultar un buen diccionario.
    ¡Puedes comenzar a crear tu propio banco de vocabulario con las palabras que te parezcan más útiles!


    La historia que voy a relatar, no quiero en ningún momento que la interpreten solamente como un problema personal. Porque pienso que mi vida está relacionada con mi pueblo. Lo que me pasó a mí, le puede haber pasado a cientos de personas en mi país. Esto quiero esclarecer, porque reconozco que ha habido seres que han hecho mucho más que yo por el pueblo, pero que han muerto o no han tenido la oportunidad de ser conocidos. Por eso digo que no quiero hacer nomás una historia personal. Quiero hablar de mi pueblo. Quiero dejar testimonio de toda la experiencia que hemos adquirido a través de tantos años de lucha en Bolivia, y aportar un granito de arena con la esperanza de que nuestra experiencia sirva de alguna manera para la generación nueva, para la gente nueva.

    Yo me siento orgullosa de llevar sangre india en mi corazón. Y también me siento orgullosa de ser esposa de un trabajador minero. ¡Cómo quisiera que toda la gente del pueblo se sienta orgullosa de lo que es y de lo que tiene, de su cultura, su lengua, su música, su forma de ser y no trate de imitar a otra gente extranjera que, finalmente, poco de bueno ha dado a nuestra sociedad!
    (p. 9-11)

    En el interior de las minas trabajan los mineros. Cada mañana deben ellos entrar hasta un lugar muy malsano donde hay falta de aire, mucho gas y fetidez producida por la copagira (agua mineralizada). Y en ahí tienen que quedarse durante ocho horas, sacando el mineral. Antes, cuando la mina era nueva, se sacaba solamente lo bueno, siguiendo una veta. Pero desde hace unos veinte años, ya no hay tanto mineral, entonces empezaron con el sistema del block-caving. Desde adentro le meten pura dinamita y eso hace explotar una parte del cerro. Los mineros sacan toda esa piedra, la mandan a la chancadora (máquina moledora) y después al ingenio para que se saque el mineral. De muchas toneladas de piedra, pocas toneladas se saca de puro mineral, pues. Es muy duro y peligroso este trabajo en el block, porque todo revienta, todo salta. Y tanto polvo hay, tanto, que uno no puede ver ni siquiera a un metro de distancia. Y también ocurren muchos accidentes, porque a veces los trabajadores tienen la impresión de que toda la dinamita reventó y entonces se van a seguir con su trabajo y, de repente, otra vez revienta... y la gente, allí mismo se queda en pedazos, ¿no?
    (p. 13)

    Apenas 35 años es el promedio de vida de un trabajador minero. Entonces ya está totalmente enfermo, con mal de mina. Como tanto hacen reventar explosivos para sacar el mineral, entonces estas partículas de polvo se introducen a los pulmones, a través de la respiración, por la boca y la nariz. Y en los pulmones, esto llega a hacer pedazos el pulmón. Y los trabajadores comienzan a vomitar sangre. Negra, morada se les hace la boca. Y al final botan pedazos de pulmón y ya se mueren. Esta es la enfermedad profesional de mina o silicosis.
    (p. 18)

    Mi jornada empieza a las 4 de la mañana, especialmente cuando mi compañero está en la primera punta (jornada). Entonces le preparo su desayuno. Luego hay que preparar las salteñas (empanada típica boliviana), porque yo hago unas cien salteñas cada día y las vendo en la calle. Hago este trabajo para completar lo que falta al salario de mi compañero para satisfacer a las necesidades del hogar. En la víspera ya preparamos la masa y desde las 4 de la mañana hago las salteñas, mientras doy de comer a los chicos. Los chicos me ayudan: pelan papas, zanahorias, hacen la masa. Luego hay que alistar a los que van a la escuela por la mañana. Luego lavar la ropa que dejé enjuagada en la víspera. A las 8 salgo a vender. Los chicos que van a la escuela me ayudan por la tarde a hacer las compras, porque se hacen inmensas filas. [...] Así es, pues. Bueno, de las 8 hasta la 1 de la tarde yo vendo entonces las salteñas, hago las compras en la pulpería y también hago mi trabajo del Comité de Amas de Casa, conversando con las compañeras que también hacen sus compras. Al mediodía tiene que estar listo el almuerzo, porque otros chicos tienen que ir a la escuela. En la tarde hay que lavar ropa y hay que ir a tomar agua de la pila. A veces que se presentan con urgencia cosas para resolver en el Comité por las tardes. El trabajo del Comité es diario, al menos dos horas por día. Es un trabajo totalmente voluntario. Las demás cosas, hay que hacerlas de noche. Los chicos traen bastante tarea de la escuela. Y la hacen por la noche, sobre una mesita, una silla o un cajoncito. También hay que preparar todo lo necesario para las salteñas del día siguiente. Cuando mi marido va a trabajar en la mañana, duerme a las 10 de la noche y los chicos también. Cuando trabaja por la tarde, entonces está afuera durante la mayor parte de la noche, ¿no? Y cuando trabaja en la punta de noche, solamente el día siguiente vuelve. Así que yo tengo que adaptarme a estos horarios.
    (p. 22-23)


    Conversemos sobre el texto



    Conversación

    Conversemos sobre esta parte del libro. Aquí tienes algunas preguntas para inspirarte:

    1. ¿Por qué es importante para Domitila contar su historia y la de su pueblo?
    2. ¿De qué se siente orgullosa?
    3. ¿Cómo describe la vida en las minas? ¿Cuál es la situación de los mineros?
    4. ¿Cómo es un día típico para una mujer minera?
    5. ¿Por qué es significativo que mencione sus actividades en el Comité de Amas de Casa y el tiempo que llevan?
    6. Comenta tus impresiones sobre los hechos descritos y sobre la manera en que se cuentan. ¿Qué emociones y actitudes generan?
    7. Comenta sobre las diferencias que existen entre contar una historia personal y dar testimonio de una experiencia colectiva. ¿Qué niveles de responsabilidad e impacto tiene cada una? ¿Has vivido alguna vez la experiencia de representar a un grupo? ¿Cómo cambia esto la relación de una persona consigo misma?

     


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