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5.5: España en la segunda mitad del siglo XX

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    era nacionalista


    España comenzó el siglo XX como una monarquía parlamentaria, casi fundamentalmente agraria y conservadora que se aferraba sin éxito a su pasado imperial; hoy es una sociedad descentralizada y liberal, con una de las economías más grandes de la Unión Europea. Para fines del siglo (1975), el rey de España tuvo mucho que enseñarle al mundo sobre cómo usar la autoridad para promover la apertura democrática. Pero estos cambios no fueron graduales. De una democracia anticlerical tan opuesta a la tradición autoritarista que derivó en el caos social (1931-36), se pasó a una violenta guerra civil (1936-39) que fue preludio de la Segunda Guerra Mundial. Luego, la dictadura centralista y católica (1939-1975) de Franco dio estabilidad al país, pero lo mantuvo aislado económica, política y culturalmente por décadas. La transición a un sistema democrático con autonomía territorial en su división política, marcó un vibrante proceso cultural.

    El cine español es uno de los campos de producción cultural que ha logrado mayor difusión internacional desde fines del siglo XX, y es un buen indicador de los cambios socioculturales, especialmente a partir de los años 1960. La comedia La escopeta nacional (1978), por ejemplo, representa con humor la confusa experiencia de la transición democrática, ya con mayor libertad de expresión, pero aún marcada por la dictadura franquista.

    La escopeta nacional
    La escopeta nacional (1978), dirigida por Luis García Berlanga (1921-2010).

    La era franquista (1939-1975)

    mando: command
    apoyo: support
    deseoso: anxious for
    reino: kingdom
    decreto: decree
    trabajos forzados: forced labor
    fue reduciéndose: gradually faded
    estallar: to detonate
    rechazar: to reject
    acuerdo: agreement
    instalaciones: facility, facilities
    ventaja: advantage
    al terminar: upon the end
    a pesar de: in spite of


    aislamiento: isolation
    autosuficiencia: self-sufficiency
    caritativo: charitable
    auxilio: help
    distinto a: different from
    enseñanza: teaching
    vitalicio: for life


    cierto: a certain degree of
    confiable: reliable
    a cambio: in exchange
    dejar atrás: to leave behind
    según: according to
    directriz: guideline
    moneda: monetary unit
    tanta pobreza que: so much poverty that


    nieto: grandson
    jefatura: leadership
    incluso: even
    mientras tuviera: as long as it had
    llorado: mourned

    Como vimos, después de tres años de guerra civil, el Generalísimo Francisco Franco, jefe de las fuerzas militares de derecha (los nacionalistas) asumió el mando del gobierno, con el apoyo de sectores de la élite y del pueblo, deseosos de estabilidad centralista y católica. El régimen consolidó su autoridad con la suspensión de los derechos civiles, la eliminación de los partidos políticos, el establecimiento de sindicatos verticales controlados por el Estado, la estricta censura de la información y la concentración del poder: el dictador gobernaba por decreto. El ejército asumió las funciones de policía, con fuerte represión en ejecuciones, cárcel y trabajos forzados. Miles de ciudadanos escaparon al exilio. Algunos formaron una guerrilla rural (los maquis) que fue reduciéndose hasta desaparecer a comienzos de la década de 1960.

    En septiembre de 1939 estalló en Europa la Segunda Guerra Mundial, frente a la que el régimen de Franco se vio en una situación ambigua. Sus dos bases de poder en España tenían posiciones contradictorias ante los nazis: la falange fascista lo favorecía y el catolicismo lo rechazaba. Las precarias condiciones internas tampoco eran propicias para intervenir en otra guerra. En su reunión de 1940, Hitler no pudo llegar a un acuerdo con Franco sobre su posible ingreso al Eje Italo-Alemán, porque el generalísimo pedía mucho y ofrecía poco. España entonces adoptó una posición oportunista y no beligerante. En los primeros años de victorias nazis, permitió que los barcos del Eje utilizaran algunas instalaciones navales de la Península o que tropas voluntarias españolas (la División Azul) lucharan junto a los alemanes contra los soviéticos. Cuando los Aliados tomaron ventaja, Franco enfatizó su neutralidad, extendió protección diplomática a algunos refugiados judíos, y reformó superficialmente su régimen como una “democracia orgánica” (creó un parlamento legislativo claramente controlado por la dictadura). Al terminar la guerra en 1945, España no fue admitida en las Naciones Unidas, a pesar de que el franquismo había creado dos leyes (de derechos ciudadanos y de referéndum) que daban la apariencia de mayores garantías civiles.

    El aislamiento también fue la política económica de los años cuarenta en España, con una estrategia de autosuficiencia (la “autarquía”) que había servido bien a los regímenes de guerra en Italia y Alemania. La gran cantidad de personas que vivían en la miseria recibían ayuda caritativa del “Auxilio Social” de las organizaciones católicas, las cuales recuperaron su prestigio tradicional en la educación, la política y la economía. Los productos básicos estaban regulados por el Estado, y se preservaron los intereses de la oligarquía doméstica y de los financistas extranjeros. Bajo el lema “España, una, grande y libre”, se aplicó una política centralista de represión contra la autonomía regional. Se prohibió el uso de lenguas distintas al español, se impuso la enseñanza de religión, educación física y cultura cívica para todo el país y se puso en práctica un estricto sistema de censura sobre toda la producción artística y periodística. En 1947, el régimen estabiliza su situación jurídica declarando a España como un reino del que Franco sería el Jefe de Estado vitalicio.

    En los años 1950, el franquismo obtuvo cierto reconocimiento internacional gracias a su confiable anticomunismo en medio de la Guerra Fría. Estados Unidos estableció bases militares en territorio español y, a cambio, España recibió ayuda técnica y económica, siendo admitida a las Naciones Unidas en 1955. La política de autarquía se dejó atrás, y un equipo de profesionales católicos puso en práctica un plan de estabilización económica según las directrices del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional que devaluó la moneda, estimuló la inversión extranjera y redujo el gasto público. Inicialmente, el plan produjo tanta pobreza que casi dos millones de españoles emigraron en busca de trabajo a otras partes del mundo. Pero en la década de 1960 el turismo, la industria y el área de servicios crecieron con rapidez, y la prosperidad trajo una ola de modernización y de consumo. La retórica patriótica y católica tradicional fue perdiendo prestigio.

    En 1969, a sus 76 años, Franco reconoció formalmente a Juan Carlos de Borbón, nieto de Alfonso XIII, como sucesor en la jefatura del Estado. En la década de los setenta, sin embargo, el franquismo había perdido mucha autoridad. Se movilizaron los estudiantes, los sindicatos obreros y el activismo autonómico en Cataluña, así como grupos terroristas de extrema izquierda (la ETA vasca, el GRAPO maoísta). Incluso la Iglesia y la comunidad financiera, que habían sido sus pilares de apoyo, ya eran menos entusiastas del régimen. El catolicismo, renovado por el Concilio Vaticano Segundo, se distanció de la retórica autoritarista del gobierno. Y el sector empresarial lamentaba que España no pudiera unirse a la Comunidad Económica Europea mientras tuviera un régimen dictatorial. A su muerte en 1975, el Generalísimo fue llorado por millones, pero también millones celebraron el fin de su mandato.


    La España democrática

    jurar: to swear
    mas: but
    culto: worship
    cámara: chamber
    manifestation: (social) demonstration
    hacerse: to become


    sede: venue, seat
    PIB: GDP
    convertir: to transform


    junto con: along with
    gama: gamut, range
    lo culto: high cultured
    lo popular: the folk
    confluir: to converge
    se desarrollan: are produced, take place

    Constitución española de 1978El rey Juan Carlos I juró respetar las normas del franquismo y asumió el trono en noviembre de 1975. Mas fue dentro de estas mismas normas que, por referéndum, se aprobó la Ley de Reforma Política en 1976, se convocó a elecciones en 1977 y España tuvo una nueva Constitución en 1978, con la Monarquía Parlamentaria como sistema de gobierno. La llamada “constitución de consenso” estableció derechos civiles modernos, libertad de cultos sin religión oficial, un parlamento de dos cámaras elegido por el pueblo, y un Estado descentralizado que reconocía derechos autónomos a sus diecisiete divisiones territoriales (que fueron estableciendo sus estatutos entre 1978 y 1995). Este proceso de democratización fue tenso –con huelgas y manifestaciones de la izquierda así como con resistencia de la derecha y del ejército, que intentó un nuevo golpe de estado en 1981– pero firme. Los siguientes treinta años se caracterizaron por una estabilidad política en la que partidos moderados de la izquierda y de la derecha se alternaron el poder pacíficamente.

    En las últimas décadas del siglo, España se hizo miembro de la OTAN (1982) y de la Unión Europea (1986), fue sede de los Juegos Olímpicos y de la Exposición Mundial en 1992, y alcanzó un Producto Interno Bruto (PIB) que está entre los más altos del mundo. El notable dinamismo económico convirtió al país en el segundo con mayor inmigración del mundo, después de Estados Unidos. Más de tres millones y medio de inmigrantes (casi un diez por ciento de la población total) llegaron desde Europa, África, Asia y América en las décadas de 1990 y 2000. Esta presencia es objeto de debate social y económico, especialmente en el periodo de recesión que comenzó en 2008, pero también fuente de una vibrante producción cultural.

    Junto con las libertades y derechos adquiridos tras la dictadura, estos cambios han generado también una sociedad diversa y relativamente tolerante. La producción cultural española representa una amplia gama de estilos de vida en los que la autocrítica, la parodia y la superposición entre lo culto y lo popular, lo masivo y lo local, lo doméstico y lo exótico, confluyen en estéticas divergentes. Las películas de Pedro Almodóvar o las novelas de Rosa Montero y de Manuel Vázquez Montalbán se desarrollan en una España muy diferente a la agraria e imperial que había comenzado el siglo XX.

    Comunidades autónomas de España
    Las autonomías, uno de los mayores cambios introducidos con la Constitución de 1978, para favorecer un tipo de integración pluralista en el país.
    Rodriguillo, edited by Nnemo, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons

    protest-Spain-1990s.jpg
    Desde los años setenta, los habitantes de España ejercen con frecuencia y energía su derecho a la protesta pública.
    Manifestación ciudadana en Madrid, mayo de 2011.

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    Fuentes


    • Blanco Aguinaga, Carlos, et al. Historia social de la literatura española. Akal, 2000.
    • Carr, R. Spain 1808-1936. Oxford: Clarendon Press, 1982.
    • Davies, Catherine, ed. The Companion to Hispanic Studies. Oxford University Press, 2002.
    • Flitter, D. Spanish Romantic theory and criticism. Cambridge: Cambridge University Press, 1992.
    • García de Cortázar, Fernando y José Manuel González Vesga. Breve historia de España. Alianza Editorial, 2017.
    • Gies, David, ed. The Cambridge History of Spanish Literature. 2nd ed. Cambridge: Cambridge U P, 2009.
    • Kattán Ibarra, Juan. Perspectivas culturales de España. NTC Publishing, 1990.
    • Paniagua, Javier. España, siglo XX. Madrid: Anaya, 1996.
    • Romero Salvadó, Francisco. Twentieth-Century Spain: Politics and Society in Spain, 1898-1998. Basingstoke: Macmillan, 1999.

     


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