4.5: Era exportadora y modernismo hispanoamericano
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En las últimas décadas del siglo XIX, muchos países hispanoamericanos centraron su desarrollo económico alrededor de uno o dos productos de exportación, con lo que experimentaron un periodo de relativa prosperidad y estabilidad política. Esto generó un crecimiento de las clases medias y de los centros urbanos. Parte de la élite latinoamericana se convirtió en una burguesía exportadora con mayor ímpetu empresarial, valorando la eficiencia, la innovación técnica y el éxito comercial. La producción social e intelectual debió entonces dialogar con esta ideología modernizadora –inspirada en prototipos de progreso europeos y estadounidenses– al mismo tiempo que buscaba afirmar modelos propios en los campos del pensamiento y de la organización social. La pintura de la izquierda, del uruguayo Carlos Federico Sáez, ilustra esta imagen de modernización financiera y urbanista: un gusto por la elegancia y cierto exotismo que caracterizó parte de la estética de este periodo, que se conoce con el nombre de "modernismo hispanoamericano". |
"Retrato del señor J.C.M." (1899), por Carlos Federico Sáez (Uruguay 1878-1901). Carlos Federico Sáez, Public domain, via Wikimedia Commons |
El auge exportador
auge: boom, rise, peak en torno a: around materias primas: raw materials mercado: market inversionista: investor comerciante: trader, business person empresario: enterpreneur terrateniente: large land owner lujo: luxury |
En la segunda mitad del siglo XIX, muchos países hispanoamericanos reorganizaron su economía en torno a las oportunidades de exportación que se abrieron con la Revolución Industrial europea. Las ciudades de Europa noroccidental crecían rápidamente y aumentaron su demanda de productos agrícolas; las industrias en expansión requerían cantidades mayores de materias primas; y la actividad comercial buscaba nuevos mercados. Y muchos inversionistas europeos se asociaron con comerciantes y empresarios latinoamericanos para aprovechar estas oportunidades. Tras fuertes tensiones regionales entre élites con diferentes intereses (especialmente entre los terratenientes que buscaban conservar la economía rural y los comerciantes que favorecían el liberalismo económico), en las últimas décadas del siglo XIX muchos países latinoamericanos se especializaron en la exportación de productos específicos hacia Francia e Inglaterra, y poco a poco también hacia Estados Unidos, tales como el café desde Brasil, la carne y la lana desde Argentina, el cobre desde Chile o el azúcar desde Cuba, entre otros. Al mismo tiempo, casi todos los textiles, máquinas, armamentos y objetos de lujo eran importados a precios altos, con lo cual las economías locales eran dependientes de la banca internacional y de los inversionistas extranjeros. Había una tendencia hacia la “europeización” de la producción cultural, porque esa era la manera de formar parte del mundo civilizado, en particular para la mayor parte de la élite instruida. Muchos gobiernos, dentro de esta mentalidad, favorecieron la inmigración europea y la inversión inglesa o francesa en la banca y la infraestructura. |
El modernismo hispanoamericano
rótulo: label plantear: to present, to pose |
En la década de 1880 empiezan a difundirse un conjunto de obras que representan una mezcla estética única hasta ese momento en español y que luego se agruparon bajo el rótulo de “Modernismo hispanoamericano” (1880-1920 aproximadamente). Esta tendencia literaria y artística, más asociada con la poesía, fue calificada de “modernista” porque era innovadora en el estilo y porque planteaba un tenso diálogo con las nuevas sensibilidades y valores de la sociedad burguesa, de la vida urbana y del exotismo importador. Es importante notar que este "Modernismo hispanoamericano" es anterior y diferente al modernismo brasileño (años 1920) y al “Modernism” europeo y norteamericano (años 1900-30); estos dos últimos corresponden más a lo que en la tradición hispánica se conoce con el nombre de “vanguardia” (avant-garde). |
vincular: to link hervir: to boil airado: irate, enraged inquietud: concern subyacer: to underlie vía: path, way heteróclito: irregular, unorthodox vario: diverse confuso: uncertain aun: even hasta cierto punto: to a certain extent crisol: melting pot |
Uno de los primeros autores que hoy se vinculan con el Modernismo es el cubano José Martí, quien en 1892 sintetiza la necesidad de un arte que responda a los cambios de la época: “Nadie tiene hoy su fe segura. . . . En todos está hirviendo la sangre nueva y están, airadas y hambrientas, la Inseguridad, la Vaga Esperanza, la Visión Secreta” (“Prólogo al Poema al Niágara”, 1892). Estas son la intensidad y la inquietud de la estética modernista que rechaza las circunstancias inmediatas. En su “Vaga Esperanza” subyace un entusiasmo por valores idealistas contra la simplificación utilitarista de la existencia asociada con el capitalismo. En contraste, se explora una “Visión Secreta” para captar el misterio, el “aura” de la vida o “el reino interior” que no puede reducirse a fórmulas científicas o económicas. Su “Inseguridad” está relacionada con los debates socioeconómicos, éticos y cognitivos que genera la Revolución Industrial en Europa y América. Para elaborar estéticamente esta crisis de confianza en el positivismo burgués, los autores modernistas desarrollan nuevas técnicas formales de simbolismo y dicción poética que aspiran a encarnar ideales alternativos, sobre todo el de la belleza: el arte como vía para salvar a la humanidad de la mecanización social. Aunque al oponerse al racionalismo tiene mucho de (neo)romántico, el Modernismo hispanoamericano ya no se centra en representar ideas ni emociones como en el pasado, sino en comunicar sensaciones (Shaw 196). Así revitaliza y transforma los modos de expresión poética en español, proponiendo una “suma heteróclita de estilos a través de cuya integración se manifiesta el espíritu vario, confuso y aun contradictorio de toda una época: la del fin del siglo” XIX (Jiménez 19). En efecto, esta tendencia estética es un sincretismo de estilos que en Europa habían sido sucesivos o divorciados y, en su dramática mezcla, tiene como resultado un producto único y distintivo, hasta cierto punto comparable con el crisol racial y cultural que caracteriza a las sociedades latinoamericanas. En su mixtura, los modernistas afirman lo hispanoamericano al crear modelos que rompían con los de la poesía española de su tiempo, manifestando “un deseo de autonomía cultural y el ánimo de alcanzar un sentimiento de igualdad” con sus contrapartes de Europa Occidental (Jrade 37). |
Los modernistas se inspiraron fundamentalmente en dos escuelas poéticas francesas diferentes y en parte contradictorias: el parnasianismo[1] y el simbolismo[2]. Y esto fue lo más llamativo para su época: incorporar de manera libre, en lengua castellana, las técnicas literarias innovadoras de Francia, cristalizando un estilo propio y dinámico. Este puede resumirse en las siguientes características:
- fascinación por lo bello o lo precioso entendido como perfección formal, finura y exotismo;
- búsqueda de la expresión ideal, elaborada, elegante y armoniosa;
- alta sofisticación del estilo, enfatizando la musicalidad, la sensación, la innovación;
- confianza en el poder salvador del arte, con un valor ritual como refugio y protesta contra sociedades consumistas o mecanizadas que desvaloran al poeta y al ser humano;
- elaboración de enigmas existenciales y de experiencias no racionales;
- búsqueda de una expresión “propia” o distintiva de Hispanoamérica y sentimiento de solidaridad entre sus países y autores.
El movimiento se puede dividir en dos momentos con características propias. Un primer grupo de poetas, que hoy pueden catalogarse como “el modernismo temprano”, parecen románticos en el impulso nacionalista y trágico. Sin embargo, más que las emociones románticas, exploran las sensaciones (físicas y metafísicas) como un modo de conocimiento alternativo. Esta tendencia se observa por ejemplo en las primeras estrofas del poema “Mis enlutadas” (1890) del mexicano Manuel Gutiérrez Nájera (Jiménez 108):
Descienden taciturnas las tristezas al fondo de mi alma, y entumecidas, haraposas brujas, con uñas negras mi vida escarban. De sangre es el color de sus pupilas, de nieve son sus lágrimas; hondo pavor infunden... Yo las amo por ser las solas que me acompañan. (v. 1-10) |
Sorrows descend, gloomy, onto the bottom of my soul, and numbed, ragged witches with black fingernails scratch my life. Of blood is their pupils’ color, of snow are their tears made; a deep fear they inspire… I love them because they are the only (or lonely) ones who accompany me. |
Aquí las emociones (las tristezas), aunque importantes, se utilizan para desarrollar correspondencias entre percepciones –uñas negras, color de sangre, lágrimas de nieve– que van más allá de la expresión de los sentimientos individuales del hablante: son una manera de conocer. No es difícil establecer además una conexión con el “gothic” de autores decimonónicos como Edgar Allan Poe (que fue inspiración para el simbolismo francés). La forma es flexible, con rima asonante que busca una música interior al lenguaje mismo.
Los cuatro nombres más famosos de esta primera generación modernista son José Martí (Cuba 1853-95), Manuel Gutiérrez Nájera (México 1859-95), Julián del Casal (Cuba 1863-93) y José Asunción Silva (Colombia 1865-96).
Un segundo grupo de autores, que podemos catalogar como “el alto modernismo”, se distancian más del romanticismo, privilegiando la forma sobre el sentimiento. Lo importante para ellos es el diseño de ritmos, símbolos y temas que desarrollen la belleza pura, ideal, y el significado de la existencia en contra del materialismo capitalista o de la simplificación positivista. El autor más asociado con esta segunda generación es el poeta nicaragüense Rubén Darío (1867-1916). Su gran símbolo es el cisne, cuya blancura y elegancia representaban el ideal poético, y cuyo cuello, con forma de signo de interrogación, representaba el enigma de la existencia (ver Shaw). El soneto "El cisne", publicado en 1896, sintetiza estos intereses:
Fue en una hora divina para el género humano. Sobre las tempestades del humano oceano ¡Oh Cisne! ¡Oh sacro pájaro! Si antes la blanca Helena bajo tus blancas alas la nueva Poesía |
cisne: swan el género humano: human kind wagneriano: a reference to the symbolism of the swan in Wagner’s Lohengrin, as beauty incarnated oceano: notice the lack of the accent so that the word can rhyme with “germano” dominando ... germano: overpowering the hammer of the ancient Germanic Thor, god of thunder trompas: trumpets Argantir: a hero in Teutonic mythology who had a glowing sword harmonía: harmony in the musical sense only, as rhythm encarnar: to embody, incarnate Helena, Leda: in Greek mythology, Helen of Troy was conceived by princess Leda, who had been seduced by Zeus in the guise of a swan. Helen was a symbol of beauty. Note that the swan’s egg is blue here. |
Este “alto modernismo” tiende a preferir el exotismo, pero algunos de sus exponentes retoman los temas cívicos y subrayan el orgullo de ser de Hispanoamérica, en una ideología que se conoce como americanismo o mundonovismo (orgullo del Nuevo Mundo, América). Otros poetas de esta segunda generación modernista son Ricardo Jaimes Freyre (Bolivia 1868-1933), José Juan Tablada (México 1871-1945), Guillermo Valencia (Colombia 1873-1943), Leopoldo Lugones (Argentina 1874-1938), José María Eguren (Perú 1874-1942), Julio Herrera y Reissig (Uruguay 1875-1910), José Santos Chocano (Perú 1875-1934) y Delmira Agustini (Uruguay 1886-1914).
[1] Parnasianismo: corriente de poesía en el siglo XIX que rechazó los excesos emocionales del romanticismo y defendió la perfección formal y “el arte por el arte” (la idea de que el arte tiene valor en sí mismo y no necesita justificar su utilidad). Su nombre viene del Monte Parnaso, el hogar de las musas en la mitología griega (inspiradoras de música y poesía). Su concepto de belleza está relacionado con los objetos finos, exóticos o preciosos (cisnes, mármol, el lejano oriente, etc.). Dos famosos parnasianos franceses son Théophile Gautier (1811-72) y Charles Leconte de Lisle (1818-94).
[2] Simbolismo: corriente poética de fines del siglo XIX, caracterizada por el verso libre, la musicalidad sofisticada, el interés en lo misterioso o lo místico, y la construcción de símbolos subjetivos y ambiguos para evocar emociones a través de sinestesias (correspondencia entre el mundo sensorial y el interior). Fue una reacción en contra del perfeccionismo formal de los parnasianos y entiende el arte como una forma de conocer realidades metafísicas o psicológicas. Cuatro famosos simbolistas franceses son Charles Baudelaire (1821-67), Stéphane Mallarmé (1842-98), Paul Verlaine (1844-96) y Arthur Rimbaud (1854-91).
Romanticismo vs. modernismo hispanoamericano
Fuentes
- Davies, Catherine, ed. The Companion to Hispanic Studies. Oxford University Press, 2002.
- Franco, Jean. Historia de la literatura hispanoamericana. Barcelona: Ariel, 1983.
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Jiménez, José Olivio. Antología crítica de la poesía modernista hispanoamericana. Madrid: Hiperión, 1989.
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Jrade, Cathy. “La poesía modernista”. Historia de la literatura hispanoamericana. Ed. Roberto González Echeverría y Enrique Pupo-Walker. Trad. Ana Santonja Querol y Consuelo Triviño Anzola. Madrid: Gredos, 2006. 37-94.
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Shaw, Donald L. “Modernismo: A Contribution to the Debate.” Bulletin of Hispanic Studies 44 (1967): 195-202.
- Winn, Peter. Americas: The Changing Face of Latin America and the Caribbean. 4th ed. Berkeley: U of California, 2005.